viernes, 22 de julio de 2016

Zapatosano aconseja para empezar el cole con buen pie.




  Empieza el cole y con ello afrontamos múltiples necesidades de nuestros hijos para el nuevo curso: mochilas, libros de texto, lápices... Pero ¿y los pies?, ¿acaso no es importante también el tipo de calzado que lleven?.

  En ocasiones aprovechamos, por culpa del desembolso atropellado de Septiembre, el calzado de otros hermanos o primos. También intentamos rescatar calzado de años anteriores que comprimen e incluso pueden lesionar los pies. Además la moda actual de comprar en grandes superficies, lejos de ahorrar, debido al escaso asesoramiento profesional, provoca daño en los pies de los más pequeños.

  Zapatosano camina en pro de desarrollar la cultura del zapato y dedicar al pie la parte que se merece en el presupuesto total para enfrentarse a la vuelta al cole.

  Existen diferentes aspectos a considerar en cuanto al calzado se refiere. El primero de ellos es que los pies soportan cada día el peso de todo el cuerpo, por lo tanto un problema en ellos puede derivar en lesiones en otras partes, como las rodillas o espalda, etc...

  El continuo desarrollo del cuerpo de un niño hace que no se pueda obstruir su crecimiento. No se pueden oprimir los huesos con un calzado dañino porque esto puede ocasionar mayores problemas a medida que vayan creciendo.



  Zapatosano aconseja evitar la prioridad que se le da a la estética frente a la comodidad y seguridad del pie, sin dejarse llevar por las combinaciones y sobre todo no dejarse influir por los pequeños. Los niños son muy influenciables y las modas, luces, personajes o falsa membranas no son criterios objetivos, cosa que si lo es el buen material de la zapatilla o la fabricación nacional del producto.

  El uso de zapatillas deportivas o zapatos también es importante. La alternancia entre los dos es ideal, ya que el uso continuado de las deportivas es contraproducente para el pie. Y por supuesto, que sean de piel tanto unos como otros. Exigir al fabricante el poder ver la etiqueta con la composición del calzado para evitar llevarse a casa un calzado nada adecuado para los pies de los más pequeños.

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P.D.: Todos estos comentarios, no tienen ninguna base médica, nos basamos sólo en experiencias personales.





martes, 19 de julio de 2016

Las plantillas ortopédicas quizás nuestra solución.


   Como Zapatosano tiene por fin darle al pie la importancia que se merece, vamos a valorar cómo una plantilla ortopédica puede ayudarnos a caminar.

   Nuestro pie está diseñado naturalmente para apoyar casi toda su planta con el fin de equilibrar y distribuir la carga que supone el peso de nuestro cuerpo, si no es así quizá exista un problema podológico, se apoye sólo en determinados puntos y que por lo tanto la piel se defienda a la excesiva fricción produciendo los ya conocidos callos.


Estos problemas podológicos pueden ser de determinada índole: pies cabos, planos, fascitis plantar, pies valgos, pies diabéticos, metatarsalgia, mala circulación etc.


  Lo que tenemos que tener claro es que son patologías crónicas, es decir no suelen ir a mejor y que si no actuamos no sólo afectarán a nuestros pies si no que también repercutirán en articulaciones como tobillos, rodillas, cadera y columna vertebral.




  Puntualizo que estas valoraciones son desde mi humilde postura como profesional del calzado, por lo tanto, cuando detecto un problema en mi comercio digo a las madres “mira yo no soy médico pero creo que tu hijo no apoya bien, tiene demasiada curva o mete el pie hacia dentro, te aconsejo que lo vigile un profesional”.


   Así pues Zapatosano aconseja que si se observa molestias en los pies, cansancio exagerado al andar, fatiga, dolor en las articulaciones, desgaste irregular en tus zapatos, caídas constantes o cualquier otro problema en los pies, sería conveniente ponerse en manos de un buen profesional que valorará si es necesario o no el uso de plantillas ortopédicas.


  Una vez recetada una plantilla ortopédica tenemos que tener en cuenta como su nombre indica que es personalizada, la misma plantilla no sirve para personas distintas además es conveniente renovarla periódicamente porque el apoyo del pie puede variar y cambiar sobre todo en los niños .


  Un consejo profesional es tener paciencia y tenacidad y no guardarlas en un cajón si no acostumbrase a ellas poco a poco, porque siempre compensa la estabilidad y mejora que nos aportan a largo plazo.


  Hoy por hoy no existen pies de repuesto y por lo tanto tenemos que cuidarlos.


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Zapatosano







  P.D.: Todos estos comentarios, no tienen ninguna base médica, nos basamos sólo en experiencias personales.