jueves, 23 de junio de 2016

Empecemos a andar sano



La primera impresión que zapatosano ha recogido de la calle tras su larga experiencia al frente del negocio es la poca dedicación y atención que el público en general da a sus pies.

 Si partimos de la idea de que dependemos de nuestros pies para todo, es decir soportan el peso de todo nuestro cuerpo y es la base de toda nuestra estructura ósea y muscular, quizás lo veamos de otra manera.

 Pensemos por un momento lo primero que nos atrae de un zapato. Su estética,  gana por goleada a cualquier otro requisito a la hora de elegir. Luego está el precio, moda, color etc. incluso con los más pequeños, en sus revisiones médicas. Los pies ocupan desgraciadamente un lugar muy posterior a otras revisiones como puedan ser vacunas, ojos, talla, peso...

 Por supuesto no cabe duda, un mal zapato puede acarrearnos muchos problemas de salud por mucho que nos combine con el último modelito. No es mucho más elegante una chica por llevar esos tacones incontrolables.

 Es triste que una madre tenga que insistir a su médico de familia para que revise los pies de los más pequeños. Eso debería ser parte primordial en cualquier control médico ya que no nos olvidemos, nuestros pies son de momento únicos e insustituibles.

  Un pie con un apoyo incorrecto sin duda acarreará a largo plazo otras enfermedades de manera ascendente, rodillas, cadera, columna, incluso cervicales.  Está claro que puedes haber heredado por ejemplo el odiado "juanete" de tu madre, pero si no se trata correctamente, derivará en dedos de martillo, rodillas deformadas, desviaciones, etc...¿Cómo cura la cirugía este problema? operando en la mayoría de los casos ese "juanete" y extirpándolo. Ya no tenemos juanete, pero si continuamos teniendo un mal apoyo por la citada herencia de nuestra madre, no acabamos con el problema ni por asomo.

  Es decir, que de momento la medicina cura el síntoma pero no la enfermedad. Además trata la dolencias por partes, cuando el cuerpo es un todo.

 Por lo tanto, hay que cuidarse y cuidar a nuestros hijos que están formándose. Es decir, que sí, podemos heredar la forma del pie de nuestros antecesores pero en nuestras manos está conducir nuestro pie hacia su correcto apoyo mediante las herramientas de las que disponemos, plantillas ortopédicas o lo más importante, elegir siempre un buen zapato.

 Zapatosano, trabaja para ayudarte a conseguirlo con mucha ilusión. Un saludo.


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  P.D.: Todos estos comentarios, no tienen ninguna base médica, nos basamos sólo en experiencias personales.