martes, 19 de julio de 2016

Las plantillas ortopédicas quizás nuestra solución.


   Como Zapatosano tiene por fin darle al pie la importancia que se merece, vamos a valorar cómo una plantilla ortopédica puede ayudarnos a caminar.

   Nuestro pie está diseñado naturalmente para apoyar casi toda su planta con el fin de equilibrar y distribuir la carga que supone el peso de nuestro cuerpo, si no es así quizá exista un problema podológico, se apoye sólo en determinados puntos y que por lo tanto la piel se defienda a la excesiva fricción produciendo los ya conocidos callos.


Estos problemas podológicos pueden ser de determinada índole: pies cabos, planos, fascitis plantar, pies valgos, pies diabéticos, metatarsalgia, mala circulación etc.


  Lo que tenemos que tener claro es que son patologías crónicas, es decir no suelen ir a mejor y que si no actuamos no sólo afectarán a nuestros pies si no que también repercutirán en articulaciones como tobillos, rodillas, cadera y columna vertebral.




  Puntualizo que estas valoraciones son desde mi humilde postura como profesional del calzado, por lo tanto, cuando detecto un problema en mi comercio digo a las madres “mira yo no soy médico pero creo que tu hijo no apoya bien, tiene demasiada curva o mete el pie hacia dentro, te aconsejo que lo vigile un profesional”.


   Así pues Zapatosano aconseja que si se observa molestias en los pies, cansancio exagerado al andar, fatiga, dolor en las articulaciones, desgaste irregular en tus zapatos, caídas constantes o cualquier otro problema en los pies, sería conveniente ponerse en manos de un buen profesional que valorará si es necesario o no el uso de plantillas ortopédicas.


  Una vez recetada una plantilla ortopédica tenemos que tener en cuenta como su nombre indica que es personalizada, la misma plantilla no sirve para personas distintas además es conveniente renovarla periódicamente porque el apoyo del pie puede variar y cambiar sobre todo en los niños .


  Un consejo profesional es tener paciencia y tenacidad y no guardarlas en un cajón si no acostumbrase a ellas poco a poco, porque siempre compensa la estabilidad y mejora que nos aportan a largo plazo.


  Hoy por hoy no existen pies de repuesto y por lo tanto tenemos que cuidarlos.


POR FAVOR, DI SI TE HA GUSTADO NUESTRO ARTÍCULO.

Zapatosano







  P.D.: Todos estos comentarios, no tienen ninguna base médica, nos basamos sólo en experiencias personales.

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